La imagen corporativa de una compañía está estrechamente relacionada con todos los elementos gráficos y visuales que la componen. Es su sello de identidad, a través del cual se identifica y se distingue del resto de compañías del sector. En este sentido, la mayor parte de las empresas deciden apostar por una estrategia de comunicación omnicanal, es decir, atender a sus clientes por todos los canales posibles y potenciar su imagen corporativa en aras a proyectar una mejor percepción en el público. No se trata solo de plasmar un logotipo en una superficie, sino de reflejar el conjunto de valores que identifica a la marca. La finalidad debe ser crear engagement y que el usuario de la marca se sienta identificado con ella. La imagen corporativa es cómo el público percibe a la marca, sus productos y servicios, por este motivo está estrechamente relacionada con la estrategia de marketing de la empresa.
Mientras que la identidad corporativa, es el conjunto de aspectos visuales que componen la identidad de una empresa: el nombre de la empresa, el logotipo, isótopo o imagotipo, el eslogan o clame, la identidad cromática (los colores utilizados), los elementos complementarios de comunicación visual, el sitio web, donde se aloja toda la información de la compañía, que debe contar con un dominio propio y un diseño atractivo capaz de captar la atención de los usuarios y posibles clientes.
Así como muchas agencias se dedican a realizar simplemente el manual de identidad corporativa, en Global Brand vamos un paso más allá y esa identidad la generamos dentro de un plan de estrategia para que sea global y se alinee tanto con la esencia de la empresa como con la percepción de sus usuarios.
El logotipo
El eslogan
La tipografía y los colores
Material corporativo
Diferencias entre la imagen y la identidad corporativa
El material corporativo de una empresa hace referencia a todos los objetos de merchandising o elementos de la compañía que se encuentran enmarcados bajo el mismo logotipo o los colores identificativos de la marca.
Existe una gran multitud de productos que forma la imagen corporativa de una empresa. En el mercado podemos encontrar desde tarjetas de visita a artículos de papelería, así como bolígrafos, libretas, lápices, o productos tecnológicos.
Resumiendo, la imagen corporativa de una empresa es un concepto que no es tangible, porque se refiere a la percepción de la audiencia sobre una marca y dicha impresión se relaciona con la combinación de dos elementos: la actitud y la identidad visual de la marca.
Mientras, la identidad corporativa sí que es un concepto que se puede observar, porque está formada por símbolos, signos, tipografías y colores.
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